viernes, 31 de diciembre de 2021

Polvo


 

Se lo dije en un tono excesivamente serio, mientras miraba una vez más ese lunar ubicado estratégicamente entre unos ojos en los que era imposible no perderse, y el lugar exacto donde los besos aún tienen un significado inocente.


Los traumas infantiles dejan huella. En serio.


Ella no lo negaba, pero su mirada seguía perdida en el espacio intermedio entre los sueños y la realidad. Aún llevaba esas botas que tanto me gustaban.


¿Tú también puedes oír el sonido de los huesos transformándose en polvo?


Sí. Definitivamente, los traumas dejan huella.


Obra de; @lord.cah 

viernes, 24 de diciembre de 2021

Nefilim


 

La encontré en el granero, encima de una capa de abono reseco, mirándose en el reflejo de los cristales rotos dispersos por la pared de ladrillo desnudo.


Sonreía con una mueca muda y vacía. No podía parar de mirarse, casi obsesivamente.


Bruja. Bruja. Maldita bruja.


Aduladora del maligno, súcubo engendro, hija de los nefilim.


Los exabruptos esputados con odio no la alteraban lo más mínimo.


Giró la cabeza de forma lenta, casi mecánica, para mirarme a los ojos.


Para mirar cómo una brecha de sangre se abría a lo largo de mi cuello, llevándose por delante, en un torrente lascivo, venas y arterias.


De mis ojos no brotaba maná, pero sí una deliciosa cascada rojiza. Tóxica. Contaminante.


A lo lejos, ella sonreía. Con su mueca, muda y vacía.


Bruja. Hija de los nefilim. Mi esperanza.


Fotografía de; @manuelfiestas 

viernes, 10 de diciembre de 2021

Mártir


 

Era comprensible, porque la bandeja era enrejada.


Lo que realmente me sorprendía es que nadie se hubiera fijado que ese santo estaba decapitado.


La codicia por hacerse con los últimos ejemplares había hecho involuntariamente mártir a esa figura.


Desesperadamente, busqué los restos mortales de su cabeza para darle digna sepultura o acogida, que para mí era lo mismo, en algún rincón de mi estancia que tenía poco de sagrada.


Pero ahora, en ese desmembrado estado, él tampoco lo era.


Siempre me han obsesionado los elementos mutilados, desfigurados.


Los marginados a los que cantaba Luis Antonio de Villena.


Quizá porque me vea reflejado en ellos.


Obra de; @lord.cah 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Fuego


 

El óxido y la tinta mojan los labios.


Notaba cómo disfrutaban torturando. Día tras día.


A veces, silbaban aprovechando el eco del sótano para hacerse notar.


Sabían que, en un lugar así, un pequeño ruido se amplifica hasta tronar y hacer que las paredes de hueso fino, calcáreo, tiemblen.


Es en ese momento de miedo y debilidad cuando recordaba la balada....mi casa está en llamas, y todos se han ido...todos excepto uno.


Todos excepto uno. Todos excepto tú, que apareces entre las nieblas de la nada.


Me coges y me recoges.


Porque mi casa está en llamas.


Obra de; @lord.cah

martes, 9 de noviembre de 2021

Indecente


 

La sentaron en la silla más cómoda del despacho.


Así podría sentirse más segura para exteriorizar todos los nubarrones que rumiaban sus emociones más ocultas.


Creían que la pobre e inocente víctima estaba enferma, porque sus dibujos eran tétricos, eróticos, violentos e inapropiados.


Inapropiados e indecentes, como los cuadros de Egon Schiele que hubo que quemar en la pira funeraria del mal gusto, encorsetado y marmóreo.


Fuera, en las calles, esperaba la tríada del dulce néctar de la libertad; auto censura-represión-terapia.


Ctrl + Alt + Supr. Reiniciar.


Obra de; Ángeles Santos.

sábado, 30 de octubre de 2021

Nada


 

Nada.


Nada en los campos de alondra.


Nada en los ennegrecidos sótanos.


Nada en las calles que rumian con acento expatriado.


Como decía Carmen Laforet, "me marchaba sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba. No me llevaba nada".


Nada.


Fotografía de; Martín Santos Yubero.

viernes, 29 de octubre de 2021

Sonrisa


 

Entonces, soñó.


Imaginó que, algún día, sería él quien estuviera al otro lado del cristal.


Escudriñado, observado por otra sombra escondida detrás de la ventana.


Víctima de una ilusión De un beso. De una mirada.


“La inmensa sonrisa de toda la tierra no nos ha bastado; necesitamos desiertos mayores, ciudades sin arrabales y mares agónicos”. André Bretón.


Obra de; @lord.cah 

lunes, 25 de octubre de 2021

Tiempo


 

No era fácil encontrar, en la ciudad inabarcable de los cipreses, un espíritu afín.


Pero allí estaba. Sentada, tímida, en un banco de piedra.


Aguardaba impaciente a su embajador y guía por el sagrado recinto del eterno silencio.


A ambos les poseía, casi dominaba, una quietud que les hacía pensar en la futilidad de lo mundano.


Un lugar donde el hiperrealismo de Hucleux se encarnaba en tragedias fraternales, gritos dolientes y recuerdos pétreos del pasado.


Los riscos del ocaso tomaban su primera bocanada de aire.


Y entonces, lo vi claro; todo lo que no es vida, se desvanece a su lado.


Obra de; Hucleux (Jean Julien Olivier)

lunes, 18 de octubre de 2021

Negro


 

Una gota helada se desliza a cámara lenta, resbalando por mi frente. La advertencia.


Miro a mi alrededor. Algo no va bien. Todos me miran fijamente.


Sus ojos se vuelven negros y se derriten. Abren su boca exageradamente, hasta casi dislocarse. También es negra. Negra.


Como el largo y estrecho pasillo que conduce al baño.


El espejo también es cruel, porque devuelve el mismo reflejo que he visto en ellos.


Los cristales caen al suelo, destrozados por mi frente, por mi cara, por mis ojos, en los que ahora se introducen grandes fragmentos.


Para no verme. Para no verte. Para no verlos.


Obra de; Olivier de Sagazan

miércoles, 13 de octubre de 2021

Lágrimas


 

Distopía.


Lágrimas evaporadas

corroen un receptor impávido de sombras extravagantes y amorfas.


Apártate de mí,

porque tu reino no es de este mundo.


Obra de; H.R. Giger

jueves, 7 de octubre de 2021

Nube

 


Una nube angulosa color alenza-goyesco se deshace y gotea sobre el lienzo celeste que nunca ha sido azul.


Lugares comunes que ofenden.


La lluvia quema y duele solo cuando se desliza sobre mi piel. Para mí es tóxica.


Y una risa diabólica se hace un traje a jirones de irrealidad.


Obra de; Gerhard Richter

lunes, 4 de octubre de 2021

Nuevo libro


 

Este libro es la historia de un reto: el reto de desempolvar aficiones, de aprovechar el tiempo que el confinamiento ha revuelto para colocar, entre las costuras de una rutina

rota y reconstruida a toda prisa, un poco de luz multifrecuencia. Luz hecha fotografías que disparan mensajes, luz plasmada en textos que las acompañan de la mano y concretan su objetivo, haces de ideas que revolotean por sus páginas y entre ellas y tus ojos y tus propios recuerdos.


Porque este confinamiento lo hemos vivido todos, y cuando se nos cruza la visión del otro, nuestra propia realidad reacciona y se posiciona, refuerza o desmiente, discute o dialoga con lo que ve, con este libro, y nos obliga a tomar partido y profundizar en lo que somos, lo que fuimos y lo que querríamos ser a partir de ahora. Este libro es un proyecto contra el confinamiento mental, una ventana hacia nosotros mismos.


https://editorial.vivelibro.com/products/miradas

domingo, 3 de octubre de 2021

Alenza


 

Los impedidos del Dios Grande de Alenza me recuerdan a los cables desnudos que malviven a la intemperie esperando ser devorados por alguna tormenta de invierno.


Sus miembros endiabladamente retorcidos sobrevuelan el silencio procesional.


Lanzo una moneda al aire que, antes de caer, implosiona y se convierte en metralla.


Metralla asesina, que descompone al mismo tiempo el oxígeno y la carne tarada.


Obra de; Leonardo Alenza 

lunes, 20 de septiembre de 2021

Relato premiado


 

Muchas gracias al Ayuntamiento de Orcera por la valoración de mi relato. 

Finalista y medalla de plata en el "II Certamen de poesía y relato Guillermo Fernández Rojano” por mi historia “Relatos de un pueblo en la bruma”.

Gracias eternas.

Ojos tristes


 

La mujer de ojos tristes te hablaba de poesía con la falta de entusiasmo de un condenado a muerte.


Era un rosal blanco creciendo entre berrocales semi deshechos y unas manos de hierro a modo de cimborrio, sosteniendo un planeta antropomorfo.


La mujer de ojos tristes era el corte geológico que partía en dos las venas de la arcilla, y maldecía la violencia de una carretera secundaria.


La mujer de ojos tristes eran los cables de alta tensión que casi podía rozar con las puntas de los dedos desde lo alto de una colina.


Cables que sonaban al eco del motor entre las rocas y que devolvían, amplificado, el reflejo de las nubes romboidales que venían de otro planeta.


No vuelvas más para torturarme, mujer callada de ojos tristes.


Obra de; Manuel Alamillos López

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Tedio


 

El tedio cubre mis manos amarillentas mientras cuento los segundos para encontrarme con un vendedor de libros usados.


La hora que me queda la malgasto entre libros de Ben Clark y tratados de microbiología polvorientos cuya portada me amenaza con dibujos de virus y bacterias que parecen asesinos de serie b.


Las gotas siguen acidificando el suelo de alquitrán por el que un grupo de cadáveres andan refugiándose de la lluvia tóxica de final de verano.


Los techos no sirven, pienso, mientras las aves cegadas de espuma de hielo anidan a sus crías famélicas entre árboles desangrados.


Y todo sabe a lamento.

martes, 14 de septiembre de 2021

Museo

 


La realidad fluye a través del metacrilato manchado de rojo.


El bonzo de Gerbos y un salvaje de Boissel martirizan mis pensamientos.


Siento que me van a estallar las neuronas, y las tendré que escupir bañadas en acrílico y en óleo.


Al final, la vida se mueve en un escenario de pesadillas y sueños.


Obra de; Mahé Boissel 

viernes, 10 de septiembre de 2021

Extemporáneo


 

Tremendamente extraño. Extemporáneo.


Quiero, como decía Cummings, "palpar, rozar el vello de tu eléctrica piel".


Siento nostalgia de tener y querer.


Piel. Foco de luna. Tintero, tamiz y papel. 

domingo, 5 de septiembre de 2021

Lote


 

Del establo a la casa apenas había unos metros. Un estrecho pasillo comunicaba el cubículo de paja con la sala de subastas.


Cada viernes, repetía el mismo ritual. Bajaba al establo y anudaba la correa a un cuello fuerte y esbelto.


Pero éste era especialmente un pura raza. Con tranquilidad, recorrieron en silencio la distancia que les separaba de su destino.


Era como la milla verde que espaciaba la vida hacia un destino desconocido.


Al final del pasillo, una sala repleta de hombres elegantemente vestidos que cesaron sus murmullos al verle entrar.


Tan bello. Tan robusto. Con esa piel y ese pelo brillante y reluciente, tostado al sol.


Los posibles clientes pasaban revista y yo le miraba con orgullo; los dientes, el cuello, las extremidades…hasta el pelaje que relucía como las estrellas aún a pesar de su cárcel de estiércol.


Por fin, alguno ganó la puja y la correa pasó a manos de su capataz, que le condujo al carro con destino a la granja.


-Buena suerte, K. Y recuerda lo que siempre te digo. Trabaja duro, obedece y algún día tú estarás también de éste lado de la sala.


-Dios le oiga señorito. Dios le oiga.


Siguiente lote.


Obra de; Boardman Robinson

viernes, 3 de septiembre de 2021

Sierra de Segura


 

Las luces del Yelmo proyectaban su imagen sobre los milenarios muros de Segura.


Sus piedras, que antes guardaron el lamento de poetas y guerreros, se veían ahora arropadas por la sombra que descansaba con las primeras luces del alba.


A sus pies, el valle del Segura desperezaba otro día con el intenso olor del aceite y el sabor de las tortas de azúcar.


Peñalta aguardaba los primeros cantos de las cigarras y el río refrescaba recuerdos del pasado.


De la vieja casa salía ella para saludar a las tímidas palomas que estrenaban un nuevo día.


Bajo los centenarios pinares de Orcera, que sentían nostalgia en sus ojos, brillando al calor de su tierra.


Obra de; @lord.cah 

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Ausencia


 

Ausencia. Qué palabra tan poética.


Y nadie como @suso33 para captarla. Para penetrar en ella.


Para diluirse en tinta y pintura y plasmarla en la pared desnuda.


Clandestina. Cercana y lejanamente desnuda. Desahuciada.


La calle desvestida de paredes donde poder reflejar la ausencia. La calle devastada de ausencias que no pueden reflejarse en la pared.


Ni en la memoria. Ni en el papel. Desesperada y solitariamente.


Ausencia.


Obra de; @suso33 

domingo, 29 de agosto de 2021

Dudas


 

Ser Gregorio Samsa no es agradable. Los bichos raros hacen gracia un momento.


Hasta el instante en que los ojos pasan de mirar con curiosidad, a sentir en ellos a 40 millones de dedos acusadores. Y abusadores.


Ellos también violan tu intimidad, reflejando los miedos que la sociedad tiene interiorizados.


Y es que la condena de una mirada, o de una actitud mal entendida, puede ser más dolorosa que miles de cadenas perpetuas.


La condena solo dura una vida. La duda...sin embargo es eterna.


Obra de; @gerbosart 

viernes, 27 de agosto de 2021

Llave


 

En su obra maestra, Kim Young-Ha decía que “el hombre que aspira a convertirse en un dios solo dispone de dos alternativas; la creación o el asesinato”.


A mí me fascinaba su capacidad para conjugar ambos aspectos; creaba sueños al mismo tiempo que asesinaba los confines de una moral anacrónica y auto-limitante.


Ella solo quería poder ser ella.


Tenía en sus manos la llave para pasar de una dimensión a otra dejando tras de sí una lluvia de estrellas en el cielo que, al contemplarlas, te hacían sentir mejor.


No sé si llegaría a ser Dios.


Para mí, era un soneto de claro de luna.


Un eco lejano de amor.


Obra de; @lord.cah 

miércoles, 25 de agosto de 2021

Luz


 

Luz tenue,

un cristal mojado

de tanto llorar en silencio

con mis ojos amoratados.


No quiero volar y vuelo,

nado arañando mis pasos,

quitando un segundo a mi tiempo,

ahogando mi pena en tus labios.

domingo, 22 de agosto de 2021

Líneas


 

Líneas serpenteantes. Ondulación textil sobre tus pechos.


Como un monje moderno, rindo culto al cuerpo. A tu cuerpo.


Tú misma eres un homenaje a la belleza de lino blanco.


Tejido ceñido y hombros desnudos.


Sed de carne. Hambre de labios y besos.


Obra de; @j.lobo_miek 

viernes, 20 de agosto de 2021

Éxtasis


 

Fue en ese instante cuando lo entendí. Ella pintó mis labios sin darme cuenta de lo que estaba a punto de pasar.


Me iba a transfigurar en cuestión de segundos en una dama desnuda, abierta como el origen del mundo de Courbet, en pleno éxtasis de un placer tan intenso que desfiguraba todo a mi alrededor.


Sin más defensa que el opio que se derramaba por mi lengua y un escudo de minas y pinceles dispersos por el suelo.


Y lo mejor, es que me encantaba. No por ser el deseo de un sueño de tela.


Si no por nacer de una copa de vino, y morir en bocetos y estrellas.


"He contemplado tanto la belleza que mi visión está llena de ella". Cavafis.


Obra de; @lord.cah 

lunes, 16 de agosto de 2021

Arráncame


 

Arráncame la ropa con tus dientes. Pero no esa capa de tejido artificial.


Quítame la piel, los músculos....la carcasa que no me representa.


Desnúdame de cuerpo físico y quédate con mi alma, porque ella es la única parte real de mí.


La única dimensión en la que ambos podemos estar conectados.


Quédate con esa parte. Te la regalo.


Me uno a ti a través de ella. 

viernes, 13 de agosto de 2021

Profeta


 

Como el profeta, ella hacía nuevas todas las cosas.


Sus letras, que tenían un eco a Bukowski, Pla y Waits, eran un verso suelto.


Sus alas eran una guitarra rasgada con uñas de terciopelo. Delicada, suave.


Dueña de una voz vaporosa que sabía a jardines de hierbabuena.


Wicca, hechicera y asceta.


Serpiente enroscada de fuego. Luces, estrellas y velas.


Obra de; @lord.cah 

miércoles, 11 de agosto de 2021

Líneas


 

Te veía detrás de millones de puntitos taladrados sobre la superficie vertical de una estantería.


Esa terrible visión hacía que tu cuerpo quedase descompuesto en líneas horizontales y verticales, confundiéndose con la arquitectura del edificio.


Tu naturaleza era puramente geométrica. Un cuadro de Mondrian.


Y a pesar de ello, como él, yo también veía las luces de la ciudad reflejadas en tus ojos.

domingo, 8 de agosto de 2021

Azrael


 

Azrael. Su nombre se escapaba como un susurro invisible entre sus labios.


Las ramas golpeaban con rabia mi cara, arañando cada centímetro de mi piel, como si estuvieran flagelándome para purgar mis pecados.


Por más que me adentraba en aquel jardín, no podía dejar de oír su lamento, como una gota de veneno entrando en mis tímpanos y perforando mi cerebro.


Escapé como pude, hasta caer de bruces frente a él. El Ángel Caído.


Él, que quiso ser Dios, con su mano posada en la frente, desnudo y entrelazado a la serpiente del pecado. Y con esa facción marcada por el terror.


La misma que ahora se dibujaba en mi rostro, al oír nuevamente su nombre.


Azrael, Azrael...


Obra de; Marlon de Azambuja

miércoles, 4 de agosto de 2021

Óxido


 

Luz potente. Brillante. Eléctrica.


Refleja su sombra en la superficie de la madera, pero no en la piel. Ella repele la luz. La acuchilla.


Cien clavos con cruces que estallan en mi cabeza. Como puñales. Gritan y gritan, como voces de alarma.


Se quedan en ese punto situado entre el ojo y el párpado. Ese granito de arena que tortura la mente.


Todo se vuelve rojo, como en los cuadros de Munch, y me veo a mí mismo pintando un lienzo con óxido intravenoso, descarnado y salvaje.


Obra de; Edvard Munch

lunes, 2 de agosto de 2021

Tiempo


 

Era como un aguijón. Poco a poco, me inyectaba una dosis más de su veneno.


Yo no notaba el dulce néctar del sueño eterno, pero cada día me suministraba un poco más de él.


A medida que pasaba el tiempo, estaba un poco más muerto, y sin embargo yo me sentía cada vez más vivo a su lado, más a salvo.


Sus palabras cada noche susurrando obsesivas pasiones.


Veneno. Muerte. Dolor y amor eterno.

viernes, 30 de julio de 2021

Dedos


 

Ya lo decía Bukovski. “La muerte no apesta. Solo lo que agoniza, solo que se pudre, apesta. La muerte no apesta”.


El problema es que yo no sabía en qué estado me encontraba; vivo, muerto, o en un permanente limbo entre ambos mundos.


Mis dedos polícromos se parecían a un cuadro expresionista. Difíciles de interpretar.


Un temblor permanente provocaba que la vida se me escapara de mis brazos, y eso me hacía parecer aún más alterado.


A mí me daba igual. Los locos no tienen patria. Panero me susurraba al oído…”palpo el muro en que habrá de grabarse mi ausencia”.


Y su veneno invadía cada centímetro de mi piel.


Una jaula de grillos, que apestaba a carne podrida a la manera de un burdel de carretera, resonaba como un alarido entre las paredes frágiles de mi cráneo, trepanándolo y provocando que las tinieblas más ocultas de mi mente se esparcieran como una tormenta.


Goteaban por mi frente y me exponían a un mundo exterior que yo no entendía.


El universo agonizaba y yo sentía que no podía atraparlo.


Se me escapaba. Solo lo que agoniza, apesta.


Obra de; @lord.cah 

miércoles, 28 de julio de 2021

Ocre


 

Un espectro rojo de frutos cobrizos, ocres como la sangre.


Quizá se deba a la permanente transfusión que fluye por sus raíces.


Bajo tierra, lo suficientemente profundo para acallar sus lamentos.


De lejos, las cuerdas que sujetan el desvencijado edificio golpean sin cesar al mínimo soplo de viento, como un flagelante añejo.


Una mujer asciende con dificultad la pasarela de piedra, cargada con un pesado maletín, directa a sus entrañas.


Ahora, ella también servirá de alimento.



Obra de; Jackson Pollock

domingo, 25 de julio de 2021

Recuerdos


 

Una sandalia sucia, vieja y abandonada era el último testimonio de vida.


Los escombros eran la alfombra de entrada, que daban la bienvenida al palacio del silencio, cubierto por la maleza a medio crecer, y adornado de medicamentos, correas y recetas.


Tenía un tétrico halo de mansión gótica donde esperabas encontrar una cara envejecida al otro lado de la pared, pero solamente las palomas y el eco del pasado habitaban el lugar.


Una música de fondo que no existía cubría el lugar con un escalofriante silencio que podías sentir recorriendo tu cuerpo, y la vida volvía a cobrar forma y sentido en cada habitación.


Por el suelo, abandonadas, cientos de historias anónimas cuyo recuerdo, por alguna razón, quedó sepultado para siempre; toma su medicación. Tarde normal. Crema en el cuerpo. Drenaje del ojo. Se queja. Molesta. Dormida. Nerviosa.


Memorias entremezcladas entre media dosis de olvido, silencio y hierba.


Memorias de vida. Recuerdos que callan. 

viernes, 23 de julio de 2021

Wicca


 

Saqué mi teléfono del bolsillo y un mensaje me golpeó al instante; solo llamadas de emergencia.


Ahora estaba en sus dominios. Y en ellos, la vida, tal y como la conocía, no existía.


Tampoco mis sentidos. Dependía completamente de ella. Como un autómata sin más voluntad que la de servir a sus pensamientos.


Casi sin darme cuenta, me vi ante una sala fría y oscura. Un muro de espejos se clavaban como puñales y un manto helado recorría mi cuerpo para recordarme a los fantasmas que me torturaban cada noche.


De lo más profundo de la estancia, una voz metálica no paraba de recitar unos versos....."no me recuerdes el mar, que la pena negra brota bajo el rumor de las hojas".


Me evaporaba, deslizándome por las rendijas del suelo y por las brechas roídas de las paredes. Como en un dibujo de Alfred Kubin o Harry Clarke.


Y ya no sabía si estaba en el inframundo o si todo había sido real.


Obra de; @lord.cah

martes, 20 de julio de 2021

Riscos


 

Las letras volaban rápido, al ritmo de las ráfagas de aire que entraban con violencia por la ventana.


La concentración se dispersaba a la par entre los riscos de la Cuerda Larga, y unos ojos morenos secuestrados por una mascarilla, que hacía de carcelera de la piel joven suavizada por el aire.


La nieve sobre los picos apenas marcaba el límite entre ellos y el cielo, y unas pocas sillas eran la distancia que me separaba de sus manos y su pelo castaño, diluido entre las tejas como telón de fondo.


Ambas distracciones hacían difícil el estudio, pero también placentero. 

Ya se sabe; una espina entre rosales duele mucho menos.


Obra de; @penalverandresrafael 

viernes, 16 de julio de 2021

Tanit


 

Era una noche de claro de luna en la cala de la que era huésped temporal.


Las luminarias se reflejaban en un espejo acuoso e iluminaban su rostro.


Allí, a solas con sus pensamientos, miraba firme a la marea en su danza cíclica.


A punto de arrojar sus sueños al mar, una luz brillante llamó su atención.


En la orilla, enterrada, una pulsera resplandecía, llamándola.


¿Qué posibilidad había de que ambas se encontraran?


Ninguna, atendiendo al azar. Pero aquello no era casual. Estaban destinadas a encontrarse.


Al principio no lo entendía, hasta que lo escuchó muy claro en su mente. Era un contrato que le ofrecía al oído.


Él. El duende de las mil caras, guardián de Tanit, señora de lo visible e invisible.


Ahora ella estaría siempre en deuda. Atada de por vida a aquella cala. A aquella espuma. A aquella arena.


Ahora, ella era un ingrediente más en la receta de aquel paraíso.


Y siempre lo sabría en su interior.


Obra de; @lord.cah 

martes, 13 de julio de 2021

Veneno


 

¿Por qué no eres consciente del veneno que me has inyectado?


No te engañes. Como decía Panero, “voy pasando oscuramente de mí a tu memoria”.


Sabes que esa sustancia, que ahora forma parte de mí, no me está matando. Al contrario.


Me permite cabalgar sobre la muerte, como en el cuadro de Basquiat.


Y como en él, mi cuerpo, deforme y descompuesto, solo se une a la vida con el tacto de un deseo que está muerto.


Porque, como decía Shakespeare, “yo soy tu prisionero, y es tuyo lo que es mío y llevo dentro”.


Obra de;  Jean-Michel Basquiat

lunes, 12 de julio de 2021

Manos


 

Sus lunes no eran al sol. Prefería la sombra discreta del mismo banco. A la misma hora. En el mismo parque.


Alejado del ruido. De sus ruidos. Los que le impedían dormir por la noche.


Contarse a sí mismo historias de amor no era suficiente porque, al despertarse y bajar a la calle, siempre hacía lo mismo, casi de forma ritual; mirarse las manos.


Arrugadas, envejecidas y canosas como el pelo. Los años en el paro le habían dado tiempo de sobra para leer cada línea de su piel. De sus dedos.


Y para preguntarse para qué servían esas manos. Para qué servía él, si es que tenía alguna utilidad.


Era en ese justo momento, el más oscuro de la mañana, en el parque, en el banco, en la sombra, cuando recordaba cada día las mismas palabras de Jodorowsky;


"Todo el mundo sirve para algo. Todo el mundo tiene un talento. Personal. Único. Es único en la eternidad, en el infinito. Eres único, pero tienes que descubrir cuál es tu unicidad".


Y entonces, sonreía. Todos sonreían.


Obra de; Mario Irarrázabal

sábado, 10 de julio de 2021

Cables


 

Dicen que el cuerpo humano tiene 100.000 kilómetros de vasos sanguíneos.


No sé. Nunca me he abierto en canal para comprobarlo. Y me gustaría.


Me encantaría poder mirarme con un espejo e inspeccionar los cables que sobreviven en mi interior. Ver qué pasa si los desconectas uno a uno.


¿Cuánto tiempo tardarías antes de dar con la clave que desactive la máquina? ¿Cuál de ellos es el interruptor definitivo? ¿Cuándo ya no hay vuelta atrás?


Kilómetros y kilómetros de conexiones sanguinolentas para mantener encendida y activa a la bestia.


Así de sencillo. Así de frágil y extraño.


Obra de; @robertoferri_official

viernes, 9 de julio de 2021

Veneno


 

Una cara pueden ser varias. Hasta millones a la vez.


Hawthorne dijo una vez que “nadie puede tener una cara para sí mismo y otra para la multitud sin confundirse respecto a la verdadera”.


Amor y sufrimiento acaban por complementarse y, como decía Modigliani, “el dolor se convierte en un estímulo de renovación”.


La tierra suplanta las raíces por extremidades que caen hacia el abismo.


Todo cede bajo la tiranía de la gravedad y la vida acaba por reducirse a una guerra entre supervivencia y atracción.


Una batalla perdida en la que las estrellas son el único testigo de la ley eterna inter-demencial alumbrada por neones de burlesque y una vela a medio consumir.


Veneno, diluido en palabras.


Obra de; @lord.cah 

jueves, 8 de julio de 2021

Pecado


 

Mi paraíso está donde haya un milímetro de ti.


En la arena inabarcable.

En los patios de la Alhambra.

En el fuego y el incienso.

En la tierra, en la raíz.


Un Roberto Ferri descifrando mis infiernos.


De pecado en labio, intenso,

oxidando sentimientos por vivir.


Obra de; @robertoferri_official

domingo, 4 de julio de 2021

Ruinas


 

En medio de tanta ruina comprendí por qué me fascinaban. Podías encontrar la más absoluta soledad y tranquilidad aunque estuvieras en pleno centro de la ciudad.


Las ruinas tienen ese encanto; atraen la soledad como si fueran un imán que, a su vez, repele las miradas discretas.


Solo se rodea de lo indiscreto, bizarro y solitario.


Son como un agujero negro en mitad de una nube de anti-materia; absorben la materia y la descomponen a la vez. El tiempo que pasas dentro de ellas es como si cada átomo de tu cuerpo estallara en mil pedazos y dejaras de ser tú, para fundirte en cada piedra y en cada hierba del lugar.


Tú mismo pasas a ser una ruina. Una sombra de ti mismo.


Éstas, además, tenían un atractivo especial. Eran un cementerio temático según donde mirases.


En cada esquina, había un nicho diferente; viejos aparatos telefónicos, retretes, botes usados de pintura, ladrillos y pequeños eremitas solitarios únicos en su especie que completaban la desolación del lugar, como un enorme hueso que, quería pensar, pertenecía a algún animal descarriado.


Si lo pensaba bien, esa era la palabra perfecta; descarriado. Apartado. Separado. 

No había mejor definición para un sitio así.


Obra de; @la_riostia 

viernes, 2 de julio de 2021

Reencarnación


 

Siempre lo había creído, pero verla arrodillada delante de sus creaciones me lo confirmó; la reencarnación existe.


Ella era, sin duda, Artemisia Gentileschi.


Solía decírselo con frecuencia; de haber nacido en esa época, estaría en los libros de arte.


Cuanto más la miraba, más veía a aquella pionera reflejada en sus manos. En sus ojos.


Ese mundo tenía algo especial. Esa tenebrosidad. Esa energía creadora que parecía avivada por una fuerza sobrenatural.


Pero había un hilo que las unía de una manera mucho más profunda e intensa; esa crudeza revestida de belleza, esos desnudos sugerentes, esa oscuridad expresionista y violenta.


Esa chispa que solo unos pocos genios tienen.


Obra de; @lord.cah

miércoles, 30 de junio de 2021

Inmensidad


 

La inmensidad. Los ojos cerrados y un mundo sin cuerpo ni piel.


La belleza de abandonar por un instante la realidad. Buscar, como dice Plensa, lo común que nos une a todos en una sola esencia, en un solo ser.


Dentro de mí, un vacío oscuro, un universo sin luces, un pozo formado en la nada.


Y el silencio. Mi hogar. Un lugar en lo profundo del alma donde rasgar, como una tela, la membrana de lienzo que me separa de mí.


De mi otro yo. Del que vive con los ojos cerrados. Del que muere en su mundo interior.


Obra de; Jaume Plensa 

lunes, 28 de junio de 2021

Carne


 

En un ensayo brillante, David Trueba afirmaba que la historia de la humanidad es la historia de sus miedos.


Como ver un dibujo de Bacon o Basquiat y sumergirse en un delicioso universo de pesadillas.


Pesadilla es estar prisionero en un cuarto oscuro contigo mismo. Tú a tu merced.


Tu cuerpo transmutado en una mera suma de carne y tendones para moldear, como el frío mármol de un escultor renacentista.


La obsesión más oscura encuentra vía libre en los sueños, allí donde nadie te va a juzgar.


Reflejo de una sociedad de masas, de consumismo histérico: matadero, carne fresca, sobreexposición del cuerpo, como mera acumulación amorfa de materia, degeneración paranoica, insensibilidad de la generación post-napalm.


Transgredir los límites de la carne y el cuerpo. Cuerpo. Cuerpo deformado, incompleto, mutilado.


Voyerismo de carne tarada, abstracta, "ópticamente incorrecta". Herida de guerra. De violencia. De auto-violencia.


Materia en su esencia más básica. Primitiva. Moldeable.


Nadie desea ver lo imperfecto. Peso en gramos de tinta, pintado sobre una balanza. ¿En qué momento pasamos de ser personas para ser fragmentos de carne? ¿En qué se diferencia la carnicería de la autopsia?


Va en la tradición. Mortificación del cuerpo. Cilicio. Pecado. Abstinencia.


Obra de; Jean-Michel Basquiat

viernes, 25 de junio de 2021

Cuento


 

La cesta y la sombra eran lo de menos. Lo importante eran sus ojos.


Esos ojos tenían algo secreto. Escondían un deseo prohibido.


Esa muchacha no era la inocente doncella de Perrault. Era el espectro de la leyenda, que disfrutaba de un brutal acto de canibalismo incestuoso en compañía del licántropo.


No había rastro de ingenuidad. Ni de maldad. No había hadas ni magia, solo puro y simple deseo. Instinto animal.


Ella era la “muchacha de palidez mortal” de la que hablaba Egon Schiele.


Me seducía de un modo indecente. Demencial.


No sé qué tenían aquellos ojos ámbar, pero solo podía perder mi cordura en ellos. Una vez más.


Obra de; @lord.cah

jueves, 24 de junio de 2021

Memoria


 

Cara a cara en aquella habitación. Los dos solos. Sin ventanas. Sin distracciones.


Solo una mesa y dos sillas. Un escenario austero y, sin embargo, no veíamos lo mismo.


Sus ojos desorientados hace tiempo que se fueron volando muy lejos de allí. A otro tiempo, a otro lugar.


No podía ver nada de lo que tenía delante, porque él ya no veía con sus ojos, si no con su mente. Yo veía también con la mía.


Y no veía a un hombre sentado, mirando al infinito de una pared acolchada, si no unos tentáculos muy grandes, como las garras de un águila que se posaban sobre su cabeza.


Estaba robándole sus recuerdos. Su memoria. Su identidad. Nadie lo veía, salvo nosotros dos.


Él también era consciente de la presencia de aquel animal que usaba su cráneo a modo de alimento.


Pero ninguno podíamos hacer nada. Solamente esperar que aquel ave onírica terminara su banquete.


Y continuar un día más aquella farsa.



Obra de; Ángel Bellido Amorós

martes, 22 de junio de 2021

Piel


 

Quiero que tú me desuelles. No otra persona. Tú y solo tú. 

Llévate los pocos pedazos de cuerpo y alma que dejaste en este cuerpo a medio morir. 

Llévatelos, porque no me hacen falta. 

No me sirven de nada si no puedo compartirlos contigo.


Obra de; Baldomero Romero Ressendi