domingo, 25 de julio de 2021

Recuerdos


 

Una sandalia sucia, vieja y abandonada era el último testimonio de vida.


Los escombros eran la alfombra de entrada, que daban la bienvenida al palacio del silencio, cubierto por la maleza a medio crecer, y adornado de medicamentos, correas y recetas.


Tenía un tétrico halo de mansión gótica donde esperabas encontrar una cara envejecida al otro lado de la pared, pero solamente las palomas y el eco del pasado habitaban el lugar.


Una música de fondo que no existía cubría el lugar con un escalofriante silencio que podías sentir recorriendo tu cuerpo, y la vida volvía a cobrar forma y sentido en cada habitación.


Por el suelo, abandonadas, cientos de historias anónimas cuyo recuerdo, por alguna razón, quedó sepultado para siempre; toma su medicación. Tarde normal. Crema en el cuerpo. Drenaje del ojo. Se queja. Molesta. Dormida. Nerviosa.


Memorias entremezcladas entre media dosis de olvido, silencio y hierba.


Memorias de vida. Recuerdos que callan. 

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