sábado, 2 de julio de 2022

Nadie


 

Decían que venía de un lugar donde el sol quemaba los ojos y la arena hablaba en un idioma que costaba entender.


Se comunicaba con los espectros.


Le acusaron de apropiarse del chisambe a través de medicinas extraídas de los órganos de los muertos. Por eso se marchó.


Entonces, se convirtió en criollo y se dejaba ver por los bajos fondos de Nueva Orleans.


Con su colilla entre los dientes y sus gafas tintadas que impedían conocer el color de sus ojos.


Algunos decían que no tenía. Que habían desaparecido cuando vendió su alma.


Tocaba cada noche.


En la misma esquina.


Solo.


La misma esquina. La misma melodía de jazz.


Imagen de; @lord.cah