Dibujas un mundo,
en lo irreal de mis días.
Te siento sin verte...
y te vuelves ceniza.
Vamos juntando recuerdos,
que nunca se olvidarán.
El recuerdo de tus besos,
que me enseñaron a amar.
Tu mirada, junto a la mía, cuando aprendimos a soñar.
Lanzando nuestros recuerdos, entre las olas y el mar.
Foto; Max Ernst. The Sea.
Mis venas se abren.
No tengo miedo a la muerte,
si no al dolor, eterno,
que a ella me acerque.
Un deseo de pasar a otra vida,
donde ya nada duele, ni hiere,
solo una luz, blanca,
un fuego de vida y muerte.
Pertenezco a la tierra,
arrancado de los brazos del cielo.
Mi esencia, que vive en tus manos,
no quiere morir en tu miedo.
........
Prohibido entrar. Y salir. Gracias.
La lluvia se desliza,
lenta y suave,
sobre las hojas,
gota a gota,
beso a beso.
¿Por qué me lleva a otro mundo,
el sonido del agua en el suelo,
de un bosque profundo, callado y eterno?
Mi conciencia que martillea,
y estalla en mil resplandores.
De espejos, cuyos cristales,
se clavan como puñales.
Foto; M.H.D.