¿Por qué no eres consciente del veneno que me has inyectado?
No te engañes. Como decía Panero, “voy pasando oscuramente de mí a tu memoria”.
Sabes que esa sustancia, que ahora forma parte de mí, no me está matando. Al contrario.
Me permite cabalgar sobre la muerte, como en el cuadro de Basquiat.
Y como en él, mi cuerpo, deforme y descompuesto, solo se une a la vida con el tacto de un deseo que está muerto.
Porque, como decía Shakespeare, “yo soy tu prisionero, y es tuyo lo que es mío y llevo dentro”.
Obra de; Jean-Michel Basquiat
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