viernes, 3 de septiembre de 2021

Sierra de Segura


 

Las luces del Yelmo proyectaban su imagen sobre los milenarios muros de Segura.


Sus piedras, que antes guardaron el lamento de poetas y guerreros, se veían ahora arropadas por la sombra que descansaba con las primeras luces del alba.


A sus pies, el valle del Segura desperezaba otro día con el intenso olor del aceite y el sabor de las tortas de azúcar.


Peñalta aguardaba los primeros cantos de las cigarras y el río refrescaba recuerdos del pasado.


De la vieja casa salía ella para saludar a las tímidas palomas que estrenaban un nuevo día.


Bajo los centenarios pinares de Orcera, que sentían nostalgia en sus ojos, brillando al calor de su tierra.


Obra de; @lord.cah 

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