viernes, 21 de mayo de 2021

Ropa


 

La ropa glorifica.


Es santa porque es la antítesis del cuerpo desnudo, que es inherente al pecado.


A la impureza. A la vergüenza.


Está escrito; "... entonces se abrieron sus ojos y conocieron que estaban desnudos: cosieron unas hojas de higuera, y se hicieron cinturones".


Carne, nido de víboras. Mortificación.


Siglos de in-volución para, al final, acabar haciéndonos unas sencillas preguntas.


¿Por qué nos sentimos más íntimamente conectados sin otro envoltorio que la piel, que las formas más básicas y esenciales del cuerpo?


¿Por qué somos más libres reduciéndonos a nuestras formas más primitivas?


Ya lo decía Mondrian; "…la forma particular, liberada de sus limitaciones y reducida a una forma más neutral puede establecer relaciones más puras".


Diógenes. Piel desnuda, alma pura y esencia. Corazón. Vida.


La necesidad de no tener nada más que la carne liberada de sus cadenas.


"Vestir es limitar, velando la hermosura, vedando la nítida contemplación que regala verdad y complacencia". Aurora Auñón



Obra de; @lord.cah

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