viernes, 7 de mayo de 2021

Pájaro carpintero


 

Dicen que el pájaro carpintero es "ave trepadora, de plumaje negro manchado de blanco en las alas".


Pero el que yo vi tenía otra envoltura. En realidad tenía muchas. Infinitas.


Mi carpintero no era un mesías hebreo, pero sus ojos refulgían como las mismísimas puertas de San Pedro.


Tenía un rasgo que lo hacía diferente; él no podía trepar. Se escurría por mis dedos como el líquido elemento, porque no sabía escalar.


Era eso que llaman disfuncional. Y a mucho orgullo.


Pero no todos lo entendían. Es más, sufría de ostracismo. Era un marginado porque su cuerpo era diferente.


Y es que, como dice Helena Vinent, "es la lógica neoliberal y capacitista la que dicta qué cuerpos son válidos, eficaces y funcionales frente a los que no lo son".


Y eso le dolía en el alma. Se sentía un hillbilly, un chav de barrio bajo. Le miraban de reojo al pasar. Le torturaban.


Y yo le quería precisamente por eso.


Por ser diferente a los demás.



Obra de; @lord.cah

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