viernes, 16 de abril de 2021

Valhalla


 

Me dijeron que el oráculo se encontraba en lo más profundo del bosque. Ya no estaba en su cárcel de mármol.


Para acceder a él, había que pasar por un sinuoso camino lleno de zarzas.


Las ramas secas golpeaban con ira mi cara, y los graznidos de aves que no podían verse me rodeaban y llenaban la atmósfera como si fuera el mismo oxígeno que invadía mis pulmones.


Al fondo, sentado en un trono de madera tallado con esmero, y vestido con una túnica que apenas escondía sus partes más íntimas, estaba él.


Con un cuervo sin ojos posado sobre su hombro, tenía un gesto extraño, a medio camino entre la muerte y la locura.


Sus ojos eran blancos y la piel se confundía con el entorno. Hubiera carecido de sentido preguntarle algo, puesto que no me habría respondido. Al menos no con palabras que pudiera entender.


De sus labios apenas salían sonidos guturales carentes de lógica. No sabía dónde estaba hasta que lo vi claro.


Era esa región. La misma que Jack le describía a Netley como... "la región más oscura del cerebro humano, un abismo radiante donde el hombre va a encontrarse a sí mismo".


Su rostro impasible, el cuervo, su mueca desfigurada....Él no era un oráculo.


Era Alfrech, alter ego de Odín. El padre. El sabio. El creador. El omnipotente.


Un paisaje desértico. Mis manos ensangrentadas. Mi rostro cadavérico.


Valhalla.


Imagen; @lord.cah 

miércoles, 14 de abril de 2021

Amistad



Decía Antonio Gala que "un amigo no se hace porque nos gustaría que lo fuese", y es que, en efecto, un amigo no se hace.


La amistad, la verdadera e intensa, esa que sabes que nunca se romperá aunque la vida golpee hasta la extenuación, no se fabrica.


Se alimenta, se cuida, se guarda como un tesoro. La amistad se riega con poca agua y mucho amor.


Amor, que es la palabra más incomprendida que existe.


Amor, que encierra tantas cosas y cuesta tanto desnudarla, capa a capa.


Porque la amistad pervive aunque no se vea a la otra persona.


Es esa sensación de conectarte al otro a través de un cable que cruza mares, océanos, montañas, valles y cielos.


Es esa sensación de imaginar que en las antípodas del universo, el creador puso una persona mirando a la misma luna que tú.


Porque hay millones de ellas, pero los dos miráis a la misma, y ella os mira. Os observa. Os vigila. Os siente.


Se baja de su trono de plata, entra en tu cuerpo, estalla y de sus brasas surgen chispas como gotas de agua que os unen.


No a los cuerpos, que son solo contenedores de sueños. La que vibra realmente es el alma.


Y dos almas unidas son inmortales.



Obra realizada por; Maria Kraetzinger

lunes, 12 de abril de 2021

Loco


 

Fue internado en Leganés en 1916 por delirios de grandeza. El mismo delito por el que aquel presbítero fue internado en 1949.


Esquizofrenia paranoide, delirios de grandeza. ¿Puede existir mejor delito para ser encerrado de por vida?


Lorazepam, diazepam, benzodiacepina.. Vete al médico, pero calla. Cállatelo. En silencio, que es como mejor se sufre. Se padece.


El silencio o el ostracismo. Ostracismo viene de ostrakon. Concha, cerámica.


De ahí al filo no hay nada. El filo del ostracismo. Del silencio.


Un filo que hiere. Un filo que mata. No hables en alto. Cadena de hierro. Correa y estaca.



Obra realizada por; Anna Krzanowska

sábado, 10 de abril de 2021

Frontera


 

La pobreza no distinguía de barrios. Las calles transmitían ese aire de miseria y desarraigo.


En todas podías encontrar las mismas caras. Sin embargo, una enorme barrera, una torre elevada al cielo, les separaba para que no se mataran.


El odio era más fuerte. Las piedras dolían lo mismo en una calle que en otra.


En todas, edificios derruidos, basura quemada en la calle y niños encapuchados buscando algo que hacer ante un futuro tan gris como el cielo que amenazaba lluvia.


Allí, sin embargo, el agua no barría la suciedad; la acumulaba. Rejas en colegios, cementerios convertidos en tribunas y vallas espinadas.


Memorias y recuerdos desde el otro lado de la alambrada.

Gris


 

"Somos grises como el asfalto". Guadalupe Grande.


En un mundo gris cielo, de esos de tormenta estival tras el cual no sale el sol,

ni la lluvia ni el viento,

solo conmueve esconderse en un vidrio cromático como la luz que se muere en un campo de heno.


Para que tus manos y tu pecho se bañen de acuarelas de ilusiones,

y se olviden de los grises de cemento. 

viernes, 9 de abril de 2021

Achera


 

A la altura de la séptima montaña, el torrente, antes caudaloso, se dividía en tres arroyos; concomitancia, antinomia y apatía.


Eran los tres estados del hombre. Tres cauces diferentes que, sin embargo, llevaban la misma agua.


A Achera le gustaba recorrerlos en solitario, porque le recordaban a las vías del tren cuando se bifurcan.


Se desdoblan como la personalidad y eso las hace más humanas, más reales.


Se paraba ante el espejo, que eran las luces transparentes de un agua turbia como un cenagal, y se tocaba para averiguar cuál de los tres era él. O ella.


Ni si quiera sabía a qué especie pertenecía. Animal, vegetal o inmortal.


Como los tres ríos del alma. Como las vías perdidas que nadie reclama.



Imagen de; @lord.cah

jueves, 8 de abril de 2021

Alféizar


 

Cada mañana se posa en el alféizar, mirándome con esos diminutos ojos.


Yo le devuelvo la mirada y se inicia así un diálogo de almas en el que nadie dice nada. Supongo que ella no quiere mucho, alguna migaja del desayuno, pero su manera de inclinar la cabeza a la velocidad de los rayos de luz que dibujan su sombra proyectada en la repisa, me intriga. Y me inquieta.


Ella no piensa nada, no dice nada. Soy yo el que echa su imaginación a volar.


Pienso que me gustaría transfigurarme, pero no en profetas del pasado. Para eso hay que tener madera de santo, y mis pecados son demasiado carnales para permitirme volar tan alto.


Me cambiaría por ella, para ser yo quien mirara con esos ojos de interrogante.


Me cambiaría por ella para volar lejos, alto y escapar de mi cárcel. No sirvo para cadenas y encierros. No tengo esencia de preso.


Me cambiaría por ella para reventar por dentro. Para estrellarme en el pico más alto, en la cumbre del campanario.


Veo gigantes en hojas de papel, el eco de una mano amplificada, dibujando pesadillas y alacranes que devoran y amputan cada trozo de mi piel.


Cada mañana, sueño que soy ella.


Obra de; @zecarrion

martes, 6 de abril de 2021

Walpurgis


 

Era un viento gélido, que entumecía hasta mis huesos.


Éstos, parecían estar hechos de cristal y hielo, como la cencellada translúcida que hacía al camino más esquivo y solitario.


A mis pies, un camino serpenteante y desfigurado por el cielo, proyectaba sombras innombrables y me arrastraba como un autómata hacia la casa.


Tres ventanas y una puerta ennegrecida me invitaban a entrar. Pero, el paisaje bucólico se trastocó en un segundo con el primer golpe de mano.


Una sola estancia, iluminada por una luz parpadeante que se agotaba como mi tiempo en este mundo, se abría ante mí.


Una estancia repleta de extrañas cajas de madera astillada, y una pila de estacas tan afiladas como los carámbanos de hielo que había dejado en el camino.


De pronto, una de las cajas reventó en mil pedazos y, en medio de una lluvia de madera, emergió una pálida mano.


Noche de Walpurgis. Noche de Walpurgis.


"Walpurgis Night. Walpurgis Night, the time is right. The ancient powers awake".

Doreen Valiente 


Obra realizada por; @iammurphy01

lunes, 5 de abril de 2021

Verde


 

Era un café tan oscuro que apenas podía ver con claridad ni sus propios pensamientos.


Estaba completamente solo. Ni su propia sombra le hacía compañía. Nadie podía soportar sus pensamientos pesimistas.


Era un ser grotesco y odioso. Hasta los parroquianos del lugar se estremecían cuando veían arrastrar cada noche sus penas en la misma mesa. Al fondo, en el rincón más profundo.


Ya solo encontraba consuelo en ella. Era la única que le entendía, que le aceptaba tal y como era. Con sus demonios y fantasmas.


Esos que le atormentaban de día y desaparecían de noche cuando el hada desplegaba sus brazos y tendía un halo a su alrededor.


Con ella a su lado, nada podía dañarlo. Era su escudo. Su consuelo.


Cada noche, el mismo ritual.


Cada noche, se reencontraba con ella. Su amante.


El hada verde. La madre de todas las yerbas. El tesoro de los pobres.


Ojos verdes, manos verdes. Guardiana de Etzerha.



Imagen; Viktor Oliva. “El bebedor de absenta”.

domingo, 4 de abril de 2021

Restos


 

Los restos de comida y la ropa tendida sobre la vieja tronera indicaban que, décadas después, aquel sitio seguía vivo. Ya no era estratégico, pero sí vital.


Escondido entre la maleza, en la ladera de un monte, se accedía casi a gatas por una abertura de hormigón que el paso del tiempo había colmatado hasta casi juntar el suelo con el techo.


Dentro, las vigas de acero desprendidas por todas partes, mostraban las cicatrices del paso del tiempo; se estaba desangrando y descomponiendo, como un cadáver herido en una batalla que ya nadie recuerda.


Un silencio que no era de piedra ni hierro, cubría como un manto invisible las cuatro paredes del fortín. Era algo indefinible.


Cuántas historias y cuánto silencio.

sábado, 3 de abril de 2021

Jaula


 

La entrada al garaje, que se había convertido en mi casa y mi cárcel en el último año, me recordaba a una jaula. Con rejas bien visibles para ver y ser visto.


Me sentía como en esos zoológicos humanos que acostumbrábamos a hacer hace dos siglos, donde la persona era la feria. La atracción.


Exponer lo ridículo o lo extraño siempre ha generado fascinación.


Por un lado, por la eterna curiosidad morbosa inherente al ser humano. Por otro, porque quizá sintamos estar viéndonos reflejados en un espejo de nosotros mismos.


Igual que les pasa a esas mentes ilustradas que en un abrir y cerrar de ojos pasan de mirar con desprecio el infortunio a ser parte de él.


Es la paradoja del gran arquitecto; unos días construye altares y otros, crea desiertos sobre sus restos.



Obra realizada por; Modest Cuixart. El Pescallunes, 1949.