viernes, 16 de julio de 2021

Tanit


 

Era una noche de claro de luna en la cala de la que era huésped temporal.


Las luminarias se reflejaban en un espejo acuoso e iluminaban su rostro.


Allí, a solas con sus pensamientos, miraba firme a la marea en su danza cíclica.


A punto de arrojar sus sueños al mar, una luz brillante llamó su atención.


En la orilla, enterrada, una pulsera resplandecía, llamándola.


¿Qué posibilidad había de que ambas se encontraran?


Ninguna, atendiendo al azar. Pero aquello no era casual. Estaban destinadas a encontrarse.


Al principio no lo entendía, hasta que lo escuchó muy claro en su mente. Era un contrato que le ofrecía al oído.


Él. El duende de las mil caras, guardián de Tanit, señora de lo visible e invisible.


Ahora ella estaría siempre en deuda. Atada de por vida a aquella cala. A aquella espuma. A aquella arena.


Ahora, ella era un ingrediente más en la receta de aquel paraíso.


Y siempre lo sabría en su interior.


Obra de; @lord.cah 

martes, 13 de julio de 2021

Veneno


 

¿Por qué no eres consciente del veneno que me has inyectado?


No te engañes. Como decía Panero, “voy pasando oscuramente de mí a tu memoria”.


Sabes que esa sustancia, que ahora forma parte de mí, no me está matando. Al contrario.


Me permite cabalgar sobre la muerte, como en el cuadro de Basquiat.


Y como en él, mi cuerpo, deforme y descompuesto, solo se une a la vida con el tacto de un deseo que está muerto.


Porque, como decía Shakespeare, “yo soy tu prisionero, y es tuyo lo que es mío y llevo dentro”.


Obra de;  Jean-Michel Basquiat

lunes, 12 de julio de 2021

Manos


 

Sus lunes no eran al sol. Prefería la sombra discreta del mismo banco. A la misma hora. En el mismo parque.


Alejado del ruido. De sus ruidos. Los que le impedían dormir por la noche.


Contarse a sí mismo historias de amor no era suficiente porque, al despertarse y bajar a la calle, siempre hacía lo mismo, casi de forma ritual; mirarse las manos.


Arrugadas, envejecidas y canosas como el pelo. Los años en el paro le habían dado tiempo de sobra para leer cada línea de su piel. De sus dedos.


Y para preguntarse para qué servían esas manos. Para qué servía él, si es que tenía alguna utilidad.


Era en ese justo momento, el más oscuro de la mañana, en el parque, en el banco, en la sombra, cuando recordaba cada día las mismas palabras de Jodorowsky;


"Todo el mundo sirve para algo. Todo el mundo tiene un talento. Personal. Único. Es único en la eternidad, en el infinito. Eres único, pero tienes que descubrir cuál es tu unicidad".


Y entonces, sonreía. Todos sonreían.


Obra de; Mario Irarrázabal

sábado, 10 de julio de 2021

Cables


 

Dicen que el cuerpo humano tiene 100.000 kilómetros de vasos sanguíneos.


No sé. Nunca me he abierto en canal para comprobarlo. Y me gustaría.


Me encantaría poder mirarme con un espejo e inspeccionar los cables que sobreviven en mi interior. Ver qué pasa si los desconectas uno a uno.


¿Cuánto tiempo tardarías antes de dar con la clave que desactive la máquina? ¿Cuál de ellos es el interruptor definitivo? ¿Cuándo ya no hay vuelta atrás?


Kilómetros y kilómetros de conexiones sanguinolentas para mantener encendida y activa a la bestia.


Así de sencillo. Así de frágil y extraño.


Obra de; @robertoferri_official

viernes, 9 de julio de 2021

Veneno


 

Una cara pueden ser varias. Hasta millones a la vez.


Hawthorne dijo una vez que “nadie puede tener una cara para sí mismo y otra para la multitud sin confundirse respecto a la verdadera”.


Amor y sufrimiento acaban por complementarse y, como decía Modigliani, “el dolor se convierte en un estímulo de renovación”.


La tierra suplanta las raíces por extremidades que caen hacia el abismo.


Todo cede bajo la tiranía de la gravedad y la vida acaba por reducirse a una guerra entre supervivencia y atracción.


Una batalla perdida en la que las estrellas son el único testigo de la ley eterna inter-demencial alumbrada por neones de burlesque y una vela a medio consumir.


Veneno, diluido en palabras.


Obra de; @lord.cah 

jueves, 8 de julio de 2021

Pecado


 

Mi paraíso está donde haya un milímetro de ti.


En la arena inabarcable.

En los patios de la Alhambra.

En el fuego y el incienso.

En la tierra, en la raíz.


Un Roberto Ferri descifrando mis infiernos.


De pecado en labio, intenso,

oxidando sentimientos por vivir.


Obra de; @robertoferri_official

domingo, 4 de julio de 2021

Ruinas


 

En medio de tanta ruina comprendí por qué me fascinaban. Podías encontrar la más absoluta soledad y tranquilidad aunque estuvieras en pleno centro de la ciudad.


Las ruinas tienen ese encanto; atraen la soledad como si fueran un imán que, a su vez, repele las miradas discretas.


Solo se rodea de lo indiscreto, bizarro y solitario.


Son como un agujero negro en mitad de una nube de anti-materia; absorben la materia y la descomponen a la vez. El tiempo que pasas dentro de ellas es como si cada átomo de tu cuerpo estallara en mil pedazos y dejaras de ser tú, para fundirte en cada piedra y en cada hierba del lugar.


Tú mismo pasas a ser una ruina. Una sombra de ti mismo.


Éstas, además, tenían un atractivo especial. Eran un cementerio temático según donde mirases.


En cada esquina, había un nicho diferente; viejos aparatos telefónicos, retretes, botes usados de pintura, ladrillos y pequeños eremitas solitarios únicos en su especie que completaban la desolación del lugar, como un enorme hueso que, quería pensar, pertenecía a algún animal descarriado.


Si lo pensaba bien, esa era la palabra perfecta; descarriado. Apartado. Separado. 

No había mejor definición para un sitio así.


Obra de; @la_riostia 

viernes, 2 de julio de 2021

Reencarnación


 

Siempre lo había creído, pero verla arrodillada delante de sus creaciones me lo confirmó; la reencarnación existe.


Ella era, sin duda, Artemisia Gentileschi.


Solía decírselo con frecuencia; de haber nacido en esa época, estaría en los libros de arte.


Cuanto más la miraba, más veía a aquella pionera reflejada en sus manos. En sus ojos.


Ese mundo tenía algo especial. Esa tenebrosidad. Esa energía creadora que parecía avivada por una fuerza sobrenatural.


Pero había un hilo que las unía de una manera mucho más profunda e intensa; esa crudeza revestida de belleza, esos desnudos sugerentes, esa oscuridad expresionista y violenta.


Esa chispa que solo unos pocos genios tienen.


Obra de; @lord.cah

miércoles, 30 de junio de 2021

Inmensidad


 

La inmensidad. Los ojos cerrados y un mundo sin cuerpo ni piel.


La belleza de abandonar por un instante la realidad. Buscar, como dice Plensa, lo común que nos une a todos en una sola esencia, en un solo ser.


Dentro de mí, un vacío oscuro, un universo sin luces, un pozo formado en la nada.


Y el silencio. Mi hogar. Un lugar en lo profundo del alma donde rasgar, como una tela, la membrana de lienzo que me separa de mí.


De mi otro yo. Del que vive con los ojos cerrados. Del que muere en su mundo interior.


Obra de; Jaume Plensa 

lunes, 28 de junio de 2021

Carne


 

En un ensayo brillante, David Trueba afirmaba que la historia de la humanidad es la historia de sus miedos.


Como ver un dibujo de Bacon o Basquiat y sumergirse en un delicioso universo de pesadillas.


Pesadilla es estar prisionero en un cuarto oscuro contigo mismo. Tú a tu merced.


Tu cuerpo transmutado en una mera suma de carne y tendones para moldear, como el frío mármol de un escultor renacentista.


La obsesión más oscura encuentra vía libre en los sueños, allí donde nadie te va a juzgar.


Reflejo de una sociedad de masas, de consumismo histérico: matadero, carne fresca, sobreexposición del cuerpo, como mera acumulación amorfa de materia, degeneración paranoica, insensibilidad de la generación post-napalm.


Transgredir los límites de la carne y el cuerpo. Cuerpo. Cuerpo deformado, incompleto, mutilado.


Voyerismo de carne tarada, abstracta, "ópticamente incorrecta". Herida de guerra. De violencia. De auto-violencia.


Materia en su esencia más básica. Primitiva. Moldeable.


Nadie desea ver lo imperfecto. Peso en gramos de tinta, pintado sobre una balanza. ¿En qué momento pasamos de ser personas para ser fragmentos de carne? ¿En qué se diferencia la carnicería de la autopsia?


Va en la tradición. Mortificación del cuerpo. Cilicio. Pecado. Abstinencia.


Obra de; Jean-Michel Basquiat

viernes, 25 de junio de 2021

Cuento


 

La cesta y la sombra eran lo de menos. Lo importante eran sus ojos.


Esos ojos tenían algo secreto. Escondían un deseo prohibido.


Esa muchacha no era la inocente doncella de Perrault. Era el espectro de la leyenda, que disfrutaba de un brutal acto de canibalismo incestuoso en compañía del licántropo.


No había rastro de ingenuidad. Ni de maldad. No había hadas ni magia, solo puro y simple deseo. Instinto animal.


Ella era la “muchacha de palidez mortal” de la que hablaba Egon Schiele.


Me seducía de un modo indecente. Demencial.


No sé qué tenían aquellos ojos ámbar, pero solo podía perder mi cordura en ellos. Una vez más.


Obra de; @lord.cah