viernes, 7 de enero de 2022

Hierba


 

Sus pies desnudos acariciaban la hierba. Quizá por primera vez.


Me encontraba anulado en una discusión estéril, y ella analizaba cada gesto con su instinto eutérpico-dionisíaco.


Recordaba cuánto le gustaba la naturaleza. Ella era, como decía Borja Sémper, de pisada fuerte.


En lo alto, el ocaso avanzaba lento, de la mano de una bandada de cuervos que devoraban los restos de un orgasmo de emociones sucias y decadentes.


Sentí, nuevamente, que bastaba fijarse en sus ojos para entender que mis labios eran solo hojarasca, madera que no podía obviar su condición cadavérica entre los trazos verdes-mortecinos, piel gastada.


Y una voz retumbando en mis pensamientos; levanta la cabeza, porque todo acaba de empezar.

.......


"Un carroussel de topes, un límite o verbena,

una velocidad hecha de gritos,

un color, un color hecho de estopa,

por donde una voz bronca escupe esparto". 

Vicente Aleixandre


Obra de; @lord.cah

viernes, 31 de diciembre de 2021

Polvo


 

Se lo dije en un tono excesivamente serio, mientras miraba una vez más ese lunar ubicado estratégicamente entre unos ojos en los que era imposible no perderse, y el lugar exacto donde los besos aún tienen un significado inocente.


Los traumas infantiles dejan huella. En serio.


Ella no lo negaba, pero su mirada seguía perdida en el espacio intermedio entre los sueños y la realidad. Aún llevaba esas botas que tanto me gustaban.


¿Tú también puedes oír el sonido de los huesos transformándose en polvo?


Sí. Definitivamente, los traumas dejan huella.


Obra de; @lord.cah 

viernes, 24 de diciembre de 2021

Nefilim


 

La encontré en el granero, encima de una capa de abono reseco, mirándose en el reflejo de los cristales rotos dispersos por la pared de ladrillo desnudo.


Sonreía con una mueca muda y vacía. No podía parar de mirarse, casi obsesivamente.


Bruja. Bruja. Maldita bruja.


Aduladora del maligno, súcubo engendro, hija de los nefilim.


Los exabruptos esputados con odio no la alteraban lo más mínimo.


Giró la cabeza de forma lenta, casi mecánica, para mirarme a los ojos.


Para mirar cómo una brecha de sangre se abría a lo largo de mi cuello, llevándose por delante, en un torrente lascivo, venas y arterias.


De mis ojos no brotaba maná, pero sí una deliciosa cascada rojiza. Tóxica. Contaminante.


A lo lejos, ella sonreía. Con su mueca, muda y vacía.


Bruja. Hija de los nefilim. Mi esperanza.


Fotografía de; @manuelfiestas 

viernes, 10 de diciembre de 2021

Mártir


 

Era comprensible, porque la bandeja era enrejada.


Lo que realmente me sorprendía es que nadie se hubiera fijado que ese santo estaba decapitado.


La codicia por hacerse con los últimos ejemplares había hecho involuntariamente mártir a esa figura.


Desesperadamente, busqué los restos mortales de su cabeza para darle digna sepultura o acogida, que para mí era lo mismo, en algún rincón de mi estancia que tenía poco de sagrada.


Pero ahora, en ese desmembrado estado, él tampoco lo era.


Siempre me han obsesionado los elementos mutilados, desfigurados.


Los marginados a los que cantaba Luis Antonio de Villena.


Quizá porque me vea reflejado en ellos.


Obra de; @lord.cah 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Fuego


 

El óxido y la tinta mojan los labios.


Notaba cómo disfrutaban torturando. Día tras día.


A veces, silbaban aprovechando el eco del sótano para hacerse notar.


Sabían que, en un lugar así, un pequeño ruido se amplifica hasta tronar y hacer que las paredes de hueso fino, calcáreo, tiemblen.


Es en ese momento de miedo y debilidad cuando recordaba la balada....mi casa está en llamas, y todos se han ido...todos excepto uno.


Todos excepto uno. Todos excepto tú, que apareces entre las nieblas de la nada.


Me coges y me recoges.


Porque mi casa está en llamas.


Obra de; @lord.cah

martes, 9 de noviembre de 2021

Indecente


 

La sentaron en la silla más cómoda del despacho.


Así podría sentirse más segura para exteriorizar todos los nubarrones que rumiaban sus emociones más ocultas.


Creían que la pobre e inocente víctima estaba enferma, porque sus dibujos eran tétricos, eróticos, violentos e inapropiados.


Inapropiados e indecentes, como los cuadros de Egon Schiele que hubo que quemar en la pira funeraria del mal gusto, encorsetado y marmóreo.


Fuera, en las calles, esperaba la tríada del dulce néctar de la libertad; auto censura-represión-terapia.


Ctrl + Alt + Supr. Reiniciar.


Obra de; Ángeles Santos.

sábado, 30 de octubre de 2021

Nada


 

Nada.


Nada en los campos de alondra.


Nada en los ennegrecidos sótanos.


Nada en las calles que rumian con acento expatriado.


Como decía Carmen Laforet, "me marchaba sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba. No me llevaba nada".


Nada.


Fotografía de; Martín Santos Yubero.

viernes, 29 de octubre de 2021

Sonrisa


 

Entonces, soñó.


Imaginó que, algún día, sería él quien estuviera al otro lado del cristal.


Escudriñado, observado por otra sombra escondida detrás de la ventana.


Víctima de una ilusión De un beso. De una mirada.


“La inmensa sonrisa de toda la tierra no nos ha bastado; necesitamos desiertos mayores, ciudades sin arrabales y mares agónicos”. André Bretón.


Obra de; @lord.cah 

lunes, 25 de octubre de 2021

Tiempo


 

No era fácil encontrar, en la ciudad inabarcable de los cipreses, un espíritu afín.


Pero allí estaba. Sentada, tímida, en un banco de piedra.


Aguardaba impaciente a su embajador y guía por el sagrado recinto del eterno silencio.


A ambos les poseía, casi dominaba, una quietud que les hacía pensar en la futilidad de lo mundano.


Un lugar donde el hiperrealismo de Hucleux se encarnaba en tragedias fraternales, gritos dolientes y recuerdos pétreos del pasado.


Los riscos del ocaso tomaban su primera bocanada de aire.


Y entonces, lo vi claro; todo lo que no es vida, se desvanece a su lado.


Obra de; Hucleux (Jean Julien Olivier)

lunes, 18 de octubre de 2021

Negro


 

Una gota helada se desliza a cámara lenta, resbalando por mi frente. La advertencia.


Miro a mi alrededor. Algo no va bien. Todos me miran fijamente.


Sus ojos se vuelven negros y se derriten. Abren su boca exageradamente, hasta casi dislocarse. También es negra. Negra.


Como el largo y estrecho pasillo que conduce al baño.


El espejo también es cruel, porque devuelve el mismo reflejo que he visto en ellos.


Los cristales caen al suelo, destrozados por mi frente, por mi cara, por mis ojos, en los que ahora se introducen grandes fragmentos.


Para no verme. Para no verte. Para no verlos.


Obra de; Olivier de Sagazan

miércoles, 13 de octubre de 2021

Lágrimas


 

Distopía.


Lágrimas evaporadas

corroen un receptor impávido de sombras extravagantes y amorfas.


Apártate de mí,

porque tu reino no es de este mundo.


Obra de; H.R. Giger