Cuando tú nazcas en la cueva,
en el arroyo,
en la palmera de nieve.
Humilde,
como el beso que lleva tu nombre,
y sin haberlo sentido, se muere.
Cuando tú nazcas en la cueva,
en el arroyo,
en la palmera de nieve.
Humilde,
como el beso que lleva tu nombre,
y sin haberlo sentido, se muere.
Beber tu alma en ruinas.
Temblando hasta el aire,
sudor y morfina.
Maleza enraizada,
escalando perdida.
Y un eco de calma,
gritando sin vida.
Me de-vuelvo a Libertalia,
a romper leyes y mapas.
Que me quiten los parches con espuelas,
y me ofrezcan su cabeza en mar de plata.
Yo te entrego a tus peces en deshielo,
pero, a cambio, me regalas tu mirada.
"Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad..." José de Espronceda
Prueba mi estambre,
como si no hubiera otra noche.
Y que el sabor de mi mano,
tiemble en tu roce...
.......
"La flor vive tan bella porque vive poco tiempo
y, sin embargo, cómo se da, unánime,
dejando de ser flor y convirtiéndose en ímpetu de entrega".
Claudio Rodríguez
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"Ningún ejemplo del arte por el arte como la flor".
Ramón Gómez de la Serna
Del cielo a la tierra.
Deshecho, sin mancha,
nadando en tu cama.
Sin manta ni cuerpo,
besando tu alma.
Dibujo; Jesús de Perceval.
Hago guardia bajo los luceros,
de tus ojos claros,
puros y eternos.
La luz refleja un mundo en ellos,
y una constelación de versos
estallan sueltos.
Ya no quedan argumentos.
La soledad se da la vuelta.
El corazón no va por dentro.
Despacio, en silencio.
Una vez por semana.
No entiendo tu lamento.
Como un vidrio opaco.
En silencio consumo,
la luz del ocaso.
Apago las velas,
acorto los pasos.
Y entierro en el hielo,
el último salmo.
Créame en los sueños de la realidad.
Construye un mundo de fantasía,
en la apariencia de lo irreal.
Créame y construye mi alegría.
Inventa, y nunca dejes de crear.