El mundo gira. Da vueltas y vuela, pero no para mí.
Los días quedan estancados en estaciones verdes y grises, desconchadas y oxidadas por el imperceptible paso del tiempo.
Los carteles se congelan en la pared, y me atrapan con ellos en una dimensión intermedia entre los sueños y la realidad.
Y gira. Y vuela. Pero no para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario